domingo, 13 de septiembre de 2009
La Voz del Pueblo
Se proclama la “voz del pueblo”, se inmersa en un mundo donde no hay marcha atrás, donde estás o no estás. Ella toma el papel de madre y defiende unos derechos, por y para su hija, el problema se encuentra cuando menciona a “su hija”, y aunque sea su hija, está mal visto que una madre mencione a su hija, si aparentemente, lo hace con ánimo de lucro; pero, no revisamos antes el patrimonio que posee el padre y la calidad de vida que debería corresponderle a una hija. Se cuestiona si se vulnera el derecho a la intimidad de un niño, pero nadie conoce su cara, ni sus salidas del colegio o de la casa, si le gusta el pollo o la verdura, o qué palabras intercambia con su padre, porque hay una línea marcada por la madre, que separa dos partes: aquello que se puede contar y aquello que no se puede contar; aquello que se puede hacer público y aquello que pertenece a lo privado. El Defensor del Menor debe velar por los derechos del menor, debe velar por la protección y el cuidado de este por parte de sus progenitores, pero, ¿qué ocurre cuando una de las partes no se hace responsable?. La otra parte, aunque por ello obtenga beneficios económicos, tiene derecho a denunciar públicamente o en privado esa falta de responsabilidad, porque ninguna ley lo prohíbe; y tal vez, por ese motivo, porque ninguna ley lo prohíbe, no sólo existe una madre en disposición de reclamar, existen más; como también, existen casos en peor situación y donde es indiferente denunciarlo en público o en privado.
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