sábado, 19 de junio de 2010
BODA EN SUECIA
En plena crisis, la realeza europea se prepara para desfilar con atuendos espectaculares de diseñadores famosos y asistir a la boda de ensueño de una princesa, que cumple su mayor deseo después de una interminable expectación, casarse con su entrenador personal. Pero, ese anhelo de tan alto costo innecesario lo financia el Estado sueco, y ello, le ha servido para obtener una bajada de popularidad aunque pretenda rentabilizar sus sentimientos en forma de souvenirs. La monarquía sueca, al parecer, está en la cuerda floja, porque sólo la mitad de su población es ejemplo del pensamiento poco avanzado, mientras la otra mitad no evitan avivar la polémica sobre la utilidad de contribuir con dinero que es destinado a mantener una institución clasista, cuando lo que pretendemos es construir un modelo de sociedad que se distinga por la unión de valores tan fundamentales o básicos para cualquier sistema que lo pueda poner de manifiesto, como pueden ser: la igualdad, el respeto, la justicia o la libertad.
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