domingo, 16 de mayo de 2010

Cada loco con su tema

Se comienza a abandonar el país de las maravillas y los titubeos. Las circunstancias obligan a hacer de menos las propagandas que servían para recabar apoyos. Mejor tarde que nunca, pero estar siempre a la expectativa y realizar intervenciones por la vía de la sorpresa es lo que endurece las críticas, hasta el punto de llegar a proponerse una moción de censura o cuestión de confianza. Malos tiempos cuando el principal hándicap para la recuperación económica es el déficit y la elevada tasa de paro, elementos de difícil conciliación con el país pero que, a veces, crea la inexplicable confusión de si tratamos con elementos derivados de la crisis económica o del disenso en la toma de decisiones entre agentes políticos y sociales. El Fondo Monetario Internacional recomienda elevar los impuestos sobre el tabaco, el alcohol, los combustibles y el IVA; recortar el gasto público, subir a dos años la edad de jubilación; reducir la inversión social y los sueldos de los empleados públicos; e incluso, propone gravar las emisiones de contaminación. Adoptando estas medidas, se generaría una bajada de la deuda y se evitaría el ostracismo a nivel internacional. Atender este requerimiento, supone fijar como prioridad para el Gobierno la disipación de dudas sobre su capacidad para pagar la deuda; y, nuevamente, se queda al margen la urgente reforma laboral, cuyas consecuencias es probable que reciban como respuesta la aceptación de la prórroga de prestación por desempleo, que desde mi perspectiva, es una medida que no debería respaldarse tanto, y sí se debería sugerir: desgravar por contratación de desempleados, al igual que se hace por colaboración en ONG´S; privatizar algunas empresas públicas; eliminar las “prejubilaciones”; fomentar las jornadas continuadas (no partidas) parciales o completas…..