domingo, 8 de mayo de 2011
LA PAZ ESTÉ CON NOSOTROS...
Se habla de paz con mayúsculas, una palabra que no se ha sabido hacer tangible porque su espacio vacío se ha reemplazado siempre por la inquietud y el miedo. En un supuesto trámite hacia la paz, se desvirtúa el conflicto, pero no se llega a eliminar, es por tanto que, no se debería abrazar falsamente una idea si, probablemente, esa idea no se siente con tanto anhelo. Para poder alcanzar la concordia, es necesario hacer de la mirada introspectiva una costumbre y no empecinarse en el propósito de abrir senderos tortuosos puesto que nunca ha significado la descripción del pensamiento implícito de una totalidad indivisible. Ahora parece que las palabras no sobran, que late el corazón, que la paz deambula porque se han cruzado los caminos y estamos todos en uno. El camino es ancho, casi libre de toda bruma y la paz ha de verse como una oportunidad, para todos, que no debe dejarse escapar.
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